El resplandor.
La familia Simpson se dirige a la mansión del Sr. Burns conduciendo por las carreteras al lado de las
montañas. Cuando los Simpson están a punto de llegar a su destino, se dan cuentan de que han olvidado cerrar la puerta de su casa. Al día siguiente, olvidan algo más y su viaje se retrasa hasta el jueves. El jardinero Willie, que se encuentra regando el laberinto de setos de Burns, descubre que Bart tiene el don de leer el pensamiento de las personas. Burns se deshace de la cerveza y corta la televisión por cable para asegurarse de que los Simpson hagan un buen trabajo cuidando su mansión. Esa noche, Homer se enfurece momentáneamente por descubrir que no tiene sus pasatiempos favoritos, amenazando de muerte a su familia y, a su vez, Homer es amenazado por el fantasma de Moe en el bar diciéndole que sólo le dará cerveza si asesina a su familia. Después de intentar asesinar a Marge, ésta deja encerrado a su esposo en el congelador por volverse loco, pero Homer es liberado por Moe y varios zombis, quiénes lo obligan a matar a su familia otra vez. Bart utiliza su don para comunicarse con Willie, quién sale de su cabaña en la nieve para intentar ayudar, pero al entrar en la mansión, Homer lo asesina con un hachazo en la espalda. Homer toma otra hacha e intenta asesinar a su familia persiguiéndola por la nieve. Cuando Homer está a punto de asesinar a Lisa, ella ve la televisión encendida de Willie y se la muestra de inmediato, haciendo que se calme. La familia se sienta en la nieve para ver la televisión junto a él y eventualmente quedan congelados. Comienza la entrega de los Premios Tony e imposibilitados de cambiar el canal, quedan forzados a mirarlo, lo que causa que Homer tenga ganas de asesinar de nuevo.
El diablo y Homer Simpson.
Homer vende su alma al diablo (interpretado por Ned Flanders) por una rosquilla. Cuando el demonio
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quiere cobrar lo pactado a Homer, dependerá de Marge y Lisa explicar por qué el alma de Homer no debe ser enviada al infierno toda una eternidad. Para ello contratan al abogado Lionel Hutz, que termina escapando por la ventana del baño. Al final, Marge muestra una fotografia donde Homer dice que su alma es propiedad de Marge Simpson y por ello el trato entre el diablo y Homer no tiene ningún valor legal. Irritado, el diablo transforma la cabeza de Homer en su más grande tentación: una rosquilla.